viernes, 4 de mayo de 2007

► Infierno Nº2 (2004)

Otro invierno, rostros nuevos, la misma soledad. Un festejo de difuntos me desvela, impidiéndome olvidar aunque sea un instante, deseando no navegues en mi sueño intranquilo, implorando un cese a esta tortura inagotable.

En mi mundo de probabilidades he escogido siempre lo peor, convencido de que sólo se aprende del error; mas hoy necesito en este naufragio, el humilde madero de un acierto, la débil luz de la más ínfima certeza…La vida me pasa de largo, el frágil reloj de mis días se vacía de a poco, mientras corro desesperado sin rumbo fijo, alejándome más y más de mí, viviendo a tientas, temeroso a cada paso.

En las arenas movedizas de la duda me hundo más deprisa cada vez que decido a ciegas, y aún así, sé que no elegir es elegir. Los fantasmas del pasado se ríen de mí a carcajadas, aquellos espectros que creí olvidados festejan en mi nombre; se mofan de quien intentó alguna vez dejarlos atrás.


Siento la desesperación recorriéndome los huesos, creciendo lentamente hasta llenarlo todo; el aire espeso con olor a muerte; el rostro retorcido de dolor; mientras doy manotazos al aire, desquiciado, intentando atrapar algún fantasma para así nutrirme con su vida muerta, rasgando para siempre este velo de cordura; traspasando sin piedad aquel umbral...del que no se puede regresar…