jueves, 3 de mayo de 2007

► Despertar Nº5 (2006)

La noche se viste de intranquilos anhelos, preámbulo del cambio,
y me escudo tras el miedo, desoyendo los mensajes;

postergando decisiones, necesarias, inminentes;
condenando mi existencia, por saber y no atreverme.


Contemplando me deleito en el paisaje de mis almas,

redescubriendo intuiciones, que me duelen, que me guían;
intuiciones que se ignoran con terribles consecuencias,
peaje inevitable de la ansiada libertad.


Energías similares atrayéndose por siempre,

entornos que deben cambiar con cada cambio interno,
seres queridos que a veces es necesario dejar atrás,
apegos que se hacen grilletes, impidiéndonos avanzar…


Lo nuevo no ha de surgir mientras lo viejo siga en pie,

en tanto sigan aún vigentes los dogmas del ayer.
¿Cómo pedirte que abandones las creencias limitantes?
¿Cómo mirarte a los ojos, cuando no soy el de antes?


Cada creencia trae consigo una cierta vibración,

sonido de luz interior que atrae toda experiencia;
los seres correspondientes, la alegría y el dolor;
de la variedad infinita, un determinado color.


Soy viajero del alma, que no puede encadenarse;

hijo eterno de la vida que por siempre ha de buscar,
cada hecho que acontece va moldeando mi interior,
y al crecer estoy mudando la piel en cada ocasión.


El abismo entre nosotros se acrecienta a cada instante,

¿Cómo hacerte comprender lo que implican esos cambios?
¿Cómo haré para enseñarte que el camino es personal,
que el que busca ha de dejar tras de sí lo cultural?


Los acordes de mi vida no armonizan en el mundo,

he sufrido tantos cambios que no recuerdo el idioma,
pues si me dan a elegir, entre buitres y gorriones,
porque creo en las opciones, elijo blancas las palomas.


La matriz de todos mis seres se funde en una entidad

que ni siquiera sospechas, mientras te observo correr
tras otra vida vacía, persiguiendo otro espejismo;
buscando vanas respuestas en los dogmas de otro “ismo”;


Y me rasgo la carne para llamar tu atención,

mas te empeñas en no oír, en desdeñar mi canción;
entonces lloro en silencio, como lloran los que aman,
los viven su verdad, los que por nada en el mundo
han de imponer su voluntad; y sé que no puedo salvarte,
aunque lo quiera intentar, que salvarte es perderme, perdernos, nada más.


Arrojo un poema de luz hacia el fondo de tu noche,

conjuro las libertades que eres libre de ignorar
para no oír soluciones y en tu tristeza acampar,
y aunque me pides ayuda, tú no deseas actuar;
te cobijas en la noche, te complaces con tu cruz,
deseando tan solo hallar quien comparta tu actitud.


Has creado tu desgracia como un artista sus cuadros,

mas escondes las paletas, los pinceles y colores,
eligiendo transitar la existencia en duermevelas,
pidiendo a otras personas que pinten sobre tus telas.


Tú me ves indiferente y me acusas de frialdad,

por no evitarte que aprendas lo que no quieres pintar;
y al no forzarte a vivir lo que yo creo mejor,
crees que voy por el mundo sin conocer el amor.


Piensas que no te comprendo, al respetar tu camino;

que te ignoro y te desprecio por no cargar con tu cruz,
y se abren las heridas, como vetas del pasado,
mas se que no he de ayudarte, si me ubico a tu lado;
sólo puedo dar ejemplos, no compartir tu problema,
pues nada podré hacer si a los dos la muerte quema.


Si quizá un día decides de una vez dejar a un lado,

las creencias inculcadas que encarcelaron tu ser,
y comienzas lentamente a cuestionar los conceptos
que aceptaste desde niño, sin vivirlos ni elegirlos, sino como algo impuesto;

Si en la noche te preguntas lo que ha de haber más allá,

y rompes con las cadenas de la propia humanidad,
buscando cómo vivir tu verdad, sin ataduras,
aunque sufras la condena de la misma sociedad;


Aunque adviertas con tristeza cómo familia y amigos,

a pesar de las opciones, siguen el mismo camino;
aunque en mitad de la noche debas decirles adiós,
para encontrar por tu cuenta algún camino mejor;


Cuando culpas y rencores por fin sean trascendidos,
al saber intercambiables todos los roles vividos,

siempre estará disponible, para el viajero sincero,
para el que habrá de buscar, a pesar de su destierro,
mi cantar de manantiales en medio este desierto,

pequeña huella de arena…frágil poesía de viento.

1 comments:

Anónimo dijo...

Hola Fabricio soy tu amiga Angie de Mèxico no sabia que escribias poesia. Me encanto el pàrrafo escrito en hi5. Es por ello que vine a tu blog. Muchisimas felicidades ademàs de ser un mùsico que por lo que he leido eres brillante tambien eres un excelente poeta. Angie